El presidente estadounidense Donald Trump utilizó su red social (Truth Social) para emitir una declaración de alto impacto: sugirió que el espacio aéreo venezolano estaba "cerrado". En su publicación, instó a pilotos, aeronaves y a todos aquellos vinculados al transporte de narcóticos y trata de personas a evitar sobrevolar los cielos de Venezuela.
Esta declaración se suma a una situación aerocomercial ya tensa. A principios de semana, varias aerolíneas internacionales que aún operaban en el país habían suspendido sus operaciones tras una advertencia de seguridad aérea previa.
La situación escaló cuando el gobierno venezolano, buscando forzar el restablecimiento de la conectividad, exigió el retorno de las operaciones en un plazo de 48 horas. Al no cumplirse este ultimátum, el gobierno decidió rescindir el uso comercial de su espacio aéreo a seis aerolíneas provenientes de América, Europa y Asia, profundizando el aislamiento aéreo del país.
A pesar de las restricciones, las aerolíneas venezolanas continúan operando con normalidad tanto en vuelos nacionales como en algunas rutas internacionales. Además, algunas operadoras internacionales clave mantienen sus servicios sin interrupción, como es el caso de Copa Airlines y Boliviana de Aviación (BoA), entre otras.
La situación aerocomercial venezolana atraviesa uno de sus momentos más débiles, superado solo por la suspensión total de vuelos comerciales nacionales e internacionales ocurrida durante el inicio de la pandemia de Covid-19.
No obstante, en estas fechas decembrinas, y a pesar de los desafíos, la llegada regular de muchos venezolanos desde el exterior ha estado activando significativamente la economía. Este flujo de viajeros, que utilizan vuelos, transportes y realizan compras en diversos puntos del país, demuestra la resiliencia del sector y la importancia de mantener la conectividad internacional, por reducida que sea.
La seguridad sigue siendo la prioridad innegociable que dicta el futuro a corto plazo de los cielos comerciales de Venezuela.
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